En medio de la tierra, el polvo que genera la extracción de material pétreo y la construcción de naves industriales, los habitantes de las colonias El Realito I y El Realito II, en el este de la ciudad de Tijuana, ven crecer una montaña de colores y formas que decenas de camiones de carga transforman todos los días.
“No hay permisos del municipio ni del estado, están tire y tire los camiones allá arriba, ¿dónde están los permisos para ver si se habilitó como relleno sanitario?”
Tijuana. — Llegar a este lugar puede ser complicado si no se conoce la zona. A duras penas los habitantes entran en medio de caminos de terracería, polvorientos durante el verano y ríos de lodo durante las lluvias.
A esta imagen urbana, común en la periferia de esta ciudad fronteriza, se le suman cerros de materiales para reciclar y enormes montículos de cascajo y basura que decenas de camiones de volteo descargan en un predio que, a la distancia, se nota el incumplimiento de normas oficiales para la disposición final de desechos.
En este lugar no hay autoridad, entran y salen camiones cargados de escombro que generan las construcciones; llevan madera, llantas, cartón, plásticos y otro tipo de desechos; todo queda sepultado por la interminable descarga.
“Estamos viéndonos afectados una serie de vecinos por todo el cochinero, por todo el escombro de basura, desechos que están tirando, pues afectando a los lotes y a las dos colonias que estamos viviendo allí abajo, a las personas que pasamos ahí todos los días”.
De las autoridades, los vecinos solo saben que estuvieron presentes por al menos dos semanas, después no regresaron y las actividades no pararon. En los últimos días, el deposito de desechos ha incrementado, al mismo tiempo que roedores y otro tipo de fauna nociva.
Vecinos de este depósito de desechos, que consideran irregular, están preocupados por la contaminación que pudieran generar los desechos que se sepultan en este sitio, que se observa desde diversos lugares de la ciudad… los únicos que no ven son las autoridades…