Ana Lilia Ramírez
TIJUANA.- Max Dorvil es un inmigrante Haitiano que en su país de origen se dedicaba al periodismo, actualmente vive en Tijuana y sufrió un accidente laboral donde se fracturó 3 de sus dedos de la mano derecha mientras trabajaba en una construcción para la empresa Shioka Arqui Grupo.
Debido a que siempre escribía sobre los crímenes que sucedían en Haití, el crimen organizado intento secuestrarlo dos veces y le exigían una cuota de cerca de 200 mil dólares para dejarlo en paz, por esta razón tuvo que huir de su país y dejar a su familia.
Llegando a México busco el asilo político, sin embargo, por necesidad se vio obligado a trabajar en la construcción y el pasado viernes 19 de abril, su mano quedó atrapada en una máquina fracturando 3 de sus dedos de la mano derecha.
La empresa pagó los medicamentos y lo llevo al hospital el primer día, pero después de eso decidieron dejarlo a su suerte, en su actual condición le es imposible trabajar y no cuenta con el recurso suficiente para poder pagar el tratamiento y medicamentos que necesita.
El Dirigente de la Asociación Fronteriza de Apoyo a Niños y Migrantes, Evan Louis, es quien se encuentra buscando una manera de apoyarlo para solucionar su situación y proporcionarle atención médica.
“Cómo ellos no hablan español, no tienen papeles o seguro, muchas empresas no se hacen responsables cuando ocurren accidentes como este”, señaló.